Sociedad Chilena, conteo regresivo.

En los últimos meses los chilenos y chilenas hemos visto y sentido como se cae a pedazos la confianza en el sistema institucional de nuestro país, habíamos vivido en una burbuja donde creíamos que realmente nuestro país estaba libre de corrupción, que éramos un ejemplo para Latinoamérica y el mundo en cuanto a transparencia y desarrollo, éramos los jaguares de Latinoamérica, pero actualmente no alcanzamos ni para gatos de calle.

Nuestra sociedad realmente está enferma, desconfiamos de todo, de nuestros vecinos, de nuestros trabajos, de nuestras instituciones, solo tenemos a nuestro entorno familiar como pilar, lo que nos ha vuelto muy individualistas, sobre todo en las grandes ciudades del país. Siempre dividida, religiones - ateos, conservadores - liberales, ricos - pobres, fachos - zurdos, viviendo muchos en una rutina de dormir, comer, trabajar y morir, sobreviviendo simplemente al día a día.

La que se supone sería una sociedad desarrollada en 2020 como muchos prometían hace años atrás, hoy ha quedado en evidencia que el desarrollo solo ha sido para unos pocos, al parecer la alegría nunca llegó a Chile. Entrar a la OCDE (club de países más ricos y desarrollados) nos ha servido para mostrarnos realmente como estamos y darnos un poquito de humildad, en el ranking de Calidad de Vida, estamos casi al final (n°34), tenemos el peor desempeño en educación de la OCDE, quinto país donde más horas de trabaja, y donde la calidad de empleo no es de las mejores, la promesa del neoliberalismo de hacernos desarrollados fue puro humo, claro si hay más trabajo y acceso a oportunidades, pero cuál es el costo?

Somos el país más depresivo del mundo! Algo realmente no anda bien.

Nuestra educación es de las más caras del mundo (4to lugar en un estudio británico) y ni siquiera es buena, es malísima, (lugar 120 a nivel global), casi todo privatizado, no es que esté en contra del mundo privado, pero si al menos pagáramos precios justos sería diferente la percepción general, pero pagamos un montón por el agua, por transitar en “autopistas” colapsadas, peajes exorbitantes para entrar a nuestras comunas, planes de salud por las nubes, pensiones miserables, así cualquier sociedad explota tarde o temprano, y este es mi miedo, nuestra sociedad es una bomba de tiempo.

Se ha visto en los últimos movimientos sociales (educación, medioambiente, No+AFP´s) que la sociedad está despertando, que estamos cansados y estamos alzando la voz para reclamar, pero no es suficiente con solo gritar en las calles, las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, serán decisivas para marcar el rumbo de nuestro país, hay que dejar de decir “no estoy ni ahí”, o “todos son iguales”, mentira, hemos votado por los mismos, que es diferente; pero está en nuestro poder ir y votar aunque sea Nulo, pero expresando nuestro malestar es cómo podemos exigir y cambiar el sistema, creo que aún estamos a tiempo para parar esta bomba con conteo regresivo ¿o no? ¿Qué piensas tú?

#MAstete

#Dustin

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