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La Gran Calabaza: el capítulo de Charlie Brown que nos tocó el corazón cuando niños

Pía Sofía Aguilera
31 oct 2016
2 Min. de lectura

“Querida Gran Calabaza:

Con ansias espero tu llegada a la noche de las brujas y los espantos para que me traigas muchos regalos. Debes sentirte muy descorazonada, porque hay más gente que cree en Santa Claus que en ti. Bien también hay que admitir que a Santa Claus le han hecho más publicidad que a ti, pero estando tú en segundo lugar, quizás te esfuerces un poco más. Todo el mundo dice que eres una mentira, pero yo creo en ti.

PD: Si realmente no existes no me lo digas, no quiero saberlo.

Linus”.

Esta es la carta que Linus le escribió a la Gran Calabaza en los inicios del capítulo, mientras sus amigos se burlaban de él por su insistente creencia en este ficticio personaje.

“Hay 3 cosas que he aprendido a jamás discutir con las personas: religión, política y la Gran Calabaza”, dice Linus.

Encuentro que esta historia, además de ser súper chistosa, apela a la ternura e inocencia que todos tenemos.

Una parte de Linus sabe que la Gran Calabaza no existe y aún continúa creyendo. La mayoría de nosotros hemos tenido una convicción, mientras todos alrededor nos dicen lo contrario o tiran el típico "sé realista", sentencia frente a la cual muchas veces asentimos, aunque por dentro sigamos confiando en ese espacio de ensoñación. Una idea, un episodio del pasado o un futuro imaginario al que nos aferramos sin querer soltarlo, y no tiene nada de malo.

“Cada año, la Gran Calabaza se eleva sobre el huerto que ella cree que es el más sincero, y va a elegir este, ¡tiene que hacerlo!, no veo como otro huerto de calabazas puede ser más sincero que este. Por donde quieras que lo mires no ves ninguna señal de hipocresía, nada más que sinceridad es lo que tus ojos pueden ver”, le dice Linus a Sally, mientras lo acompaña.